Dado que incluso los mejores medicamentos antiepilépticos están diseñados para tratar únicamente las crisis, los tratamientos de apoyo que mejoran la calidad de vida diaria y las funciones mentales y psicológicas pueden resultar útiles y, en algunos casos, necesarios.
Psicoterapia
Si la epilepsia le impide a la persona conducir, trabajar o ser completamente partícipe de su vida en algún otro aspecto, puede experimentar una gran sensación de pérdida. Puede llegar a sentirse diferente o “menos” que otros, comenzar a aislarse, o sufrir emocionalmente de otras maneras. La pérdida de control que caracteriza a las crisis también puede llevar a experimentar sentimientos de vulnerabilidad o de ansiedad. La psicoterapia, especialmente cuando está guiada por un psicólogo clínico que acostumbra trabajar con pacientes con epilepsia, puede ayudar a comprender estos sentimientos y a trabajar para modificar aquellos que necesitan un cambio positivo. La terapia también proporciona información sobre la epilepsia y la depresión asociada, la ansiedad, y otros trastornos emocionales; y cuenta con muchas herramientas que el terapeuta puede enseñar para tratar estos problemas eficazmente. Algunas de estas herramientas incluyen técnicas de relajación, ejercicios de reafirmación personal, y recursos para controlar los pensamientos negativos.
Arteterapia
Con base en la teoría psicoanalítica, el arteterapia utiliza técnicas de dibujo, pintura y otras formas de arte para sacar a la luz pensamientos y sentimientos que pueden estar enterrados y que causen estrés emocional. Esta podría ser la forma ideal de recibir terapia para aquellos que no son del tipo “conversadores” o para aquellos que son visuales y tienen inclinaciones artísticas.
Terapia de rehabilitación cognitiva
La gente con epilepsia a menudo se queja de experimentar dificultades para memorizar, concentrarse y encontrar la palabra adecuada que quiere utilizar, lo que puede estar relacionado con el trastorno mismo, los efectos secundarios de un medicamento, o alteraciones del estado de ánimo asociadas. La terapia de rehabilitación cognitiva puede ayudar a aprender nuevas estrategias para mejorar la memoria y otras funciones mentales. Las áreas de fortaleza cognitiva pueden utilizarse para compensar las áreas de debilidad. Por ejemplo, si alguien tiene una buena memoria visual, pero tiene dificultad para recordar información verbal (por ejemplo, es capaz de recordar rostros o colores, pero no nombres), puede aprender a asociar el nombre de alguien con una característica visual, como “Pedro casi siempre se viste de azul”.
Grupos de apoyo
Los grupos de apoyo pueden ofrecerles al paciente y a los seres queridos la posibilidad de interactuar con gente que se encuentra en situaciones similares. Uno de los beneficios más importantes de asistir a un grupo de apoyo es el descubrimiento de que no uno está solo. Los grupos de apoyo también pueden proporcionar mucha información útil sobre la epilepsia, recursos, y eventos comunitarios.