El trabajo, una parte importante y, muchas veces, central en la vida de los adultos, es algo más que, simplemente, ganarse la vida. La mayoría de nosotros nos identificamos según lo que hacemos: carpintero, enfermero, conductor, docente, programador, abogado, peluquero, etc. Si no trabajas debido a las crisis o si tu trabajo actual se ve limitado por ese motivo, podrías sentir que no tienes identidad o que “eres menos que” alguien más. No quedan dudas de que las crisis pueden ser un obstáculo; sin embargo, no deben atentar contra tu profesión. De hecho, hay muchas posibilidades de que, incluso padeciendo epilepsia, puedas tener éxito en el campo que elijas.
ELEGIR UNA PROFESIÓN CON EPILEPSIA
Si nunca trabajaste o solo has trabajado de manera esporádica, el primer paso que debes dar es elegir un oficio; debe ser una elección realista según tu capacidad, experiencia, limitaciones para trasladarte y otros factores. A menos que sientas un gran deseo por trabajar en determinado campo, podría ser útil buscar ayuda profesional para elegir tu profesión.
Si estás en la escuela, visita el departamento de orientación profesional. Si ya terminaste tus estudios, cada estado de los EE.UU. tiene un Departamento de Rehabilitación Vocacional o un programa similar que ofrece pruebas de aptitud para ayudarte a elegir la ocupación más adecuada para ti, además de otras formas de asistencia laboral. Para encontrar la oficina más cercana, visita: http://www.disability.gov/employment, y busca el Departamento de Servicios de Rehabilitación Vocacional de tu estado.
A continuación, otros sitios web útiles:
• Evaluación y orientación vocacional
https://www.disability.gov/employment
• Oficina de Estadísticas Laborales: Guía de carreras en las industrias
http://www.bls.gov/oco/cg/home.htm
• Programas de Capacitación de la Ley de Inversión en la Fuerza Laboral
http://www.careeronestop.org/WiaProviderSearch.asp
• Epilepsy Life Links – Apoyo a personas con epilepsia – Empleo
http://www.epilepsylifelinks.com/services_employment.php
Además, muchos estados tienen una solapa de empleos en su sitio web oficial donde publican ferias laborales y anuncios de empleos.
ENCONTRAR EL EMPLEO ADECUADO
Una vez que elegiste un camino profesional, es hora de comenzar a buscar trabajo. Además de los medios habituales para encontrar un empleo, considera visitar el centro integral de desarrollo profesional (One-Stop Career Center) de tu área. Estos centros ofrecen listas de trabajos y orientación vocacional, y pueden guiarte en el proceso de búsqueda laboral; desde encontrar un puesto atractivo hasta ayudarte a completar la solicitud de empleo. Para acceder a los centros integrales de desarrollo profesional, visita:
• Departamento de Trabajo de los Estados Unidos
http://www.dol.gov/dol/topic/training/onestop.htm
Otro sitio web útil para planear tu profesión es Disability.gov, que tiene enlaces a muchos sitios que pueden ayudarte en tu búsqueda laboral.
• Disability.gov
https://www.disability.gov/employment
Escribe un buen currículum vitae
Una vez que hayas identificado algunas oportunidades laborales, necesitas que tus posibles empleadores sepan que tú eres esa persona especial que están buscando; y para eso, en general, hay que escribir un currículum vitae. Presentar un currículum y una carta de presentación de calidad será muy beneficioso para obtener esa primera entrevista que es tan importante; así que, invierte tiempo en hacerlo. Tu consejero vocacional te ayudará, pero también es importante que sepas hacerlo solo.
Comienza por reunir información sobre todos tus empleos anteriores, actividades que has hecho de manera voluntaria, educación, deportes y todo lo que pueda tener alguna importancia. Es mejor tener mucho material para trabajar. Pero no dejes que tu poca experiencia laboral te desanime. Aunque nunca hayas tenido un empleo remunerado, piensa en las experiencias de vida que demostrarán tus capacidades. ¿Alguna vez cuidaste niños, cortaste el césped, removiste la nieve o fuiste voluntario en una iglesia, escuela o comunidad? Aunque estas tareas parezcan no tener relación, pueden ayudarte a construir un currículum atractivo que muestre tus capacidades. Cuando conozcas a tu consejero profesional, lleva una lista de las actividades que realizaste en el pasado y no te olvides de incluir tus pasatiempos, clubes y asociaciones.
Puedes encontrar más información, estrategias para escribir un buen currículum, y mucho más en:
• Career One Stop: Caminos para alcanzar el éxito profesional
http://www.careeronestop.org/ResumeGuide/MoreSampleResumes.aspx
¿Qué revelar sobre tu epilepsia a tu jefe?
Tal vez te preguntes cuándo, si corresponde, debes revelar a un posible empleador que tienes epilepsia. La respuesta es que no hay ningún momento “apropiado” para brindar esa información. Debes decidir tú mismo si quieres contarle a un empleador posible o real sobre tu epilepsia y, en ese caso, cuándo hacerlo. También puedes decidir no revelar esta información durante la entrevista laboral a menos que te hagan alguna de las pocas preguntas permitidas al respecto. En la mayoría de los casos, los posibles empleadores pueden preguntarte si tienes alguna limitación que te impida desempeñar el trabajo en cuestión. No pueden pedir información sobre enfermedades específicas, medicamentos, internaciones, etc. La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de los Estados Unidos lo expresa de este modo: «Antes de ofrecer un puesto de trabajo, el empleador no puede preguntarles a los postulantes sobre la existencia, naturaleza o gravedad de una discapacidad. Se les puede preguntar sobre su capacidad para desempeñar determinadas funciones laborales».
Sin embargo, una vez que te ofrece el empleo, el empleador puede indagar para obtener más información. Según la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo, «una oferta de trabajo puede depender de los resultados de un examen médico, pero solo en el caso de que se exija el mismo examen a todos los empleados que trabajan en la misma categoría laboral. Los exámenes médicos que se realizan a los empleados deben estar relacionados y ser consistentes con las necesidades de la empresa».
La Epilepsy Foundation [Fundación para la Epilepsia] ha preparado un gráfico útil que analiza las ventajas y las desventajas de revelar que padeces epilepsia en diferentes momentos, desde que completas la solicitud de empleo hasta que comienzas a trabajar. Para más información, visita:
• Epilepsy Foundation: Ventajas y desventajas de revelar que tienes epilepsia
http://www.epilepsyfoundation.org/livingwithepilepsy/employmenttopics/disclosing.cfm
SI TIENES UNA CRISIS EPILEPTICA EN EL TRABAJO
Imaginemos que conseguiste un empleo y que todo está bien. De repente, un día, sufres una crisis en el trabajo. Todos se preocupan y te ayudan; pero, a la semana siguiente, te despiden. Nunca te hicieron comentarios negativos ni tienes una advertencia en el legajo. ¿Es discriminación o es solo una coincidencia?
O imaginemos que normalmente trabajas por la mañana en una gran fábrica y, un día, tu jefe te dice que debes rotar entre el turno de la mañana y el turno de la tarde. Esto sería desastroso para ti porque, en general, sufres las crisis durante la tarde. Además, el cambio constante en los turnos, sin dudas, interferiría con tu sueño y aumentaría el riesgo que tienes de sufrir crisis. Explicas que tienes epilepsia y que te gustaría permanecer en el turno de la mañana, pero tu jefe no es para nada comprensivo. “Harás turnos rotativos o estás despedido”, dice. ¿Esas son tus únicas dos opciones?
Estas y otras situaciones laborales pueden estar incluidas dentro de la Ley sobre Estadounidenses con Discapacidad (ADA, por sus siglas en inglés), una ley federal que protege a aquellos discapacitados que trabajan en compañías de quince empleados o más. La mayoría de los estados tienen leyes propias que complementan la ADA y, a veces, se aplican también a compañías más pequeñas. Según el tamaño de la compañía, tus obligaciones laborales, y otros factores, podrías encontrar muchas leyes que te protegen.
La ADA protege contra la discriminación en todas las prácticas laborales, e incluye los procedimientos de solicitud de empleo, la contratación, el despido, la capacitación, el pago, los ascensos, los beneficios y las licencias. También tienes derecho a que no te acosen por tu discapacidad; y un empleador no puede despedirte o exigirte disciplina por ejercer tus derechos conforme a la ADA. Y lo más importante es que tienes derecho a pedir una adaptación durante el proceso de contratación y durante el empleo en sí.
Una adaptación es todo cambio o ajuste en un empleo, el entorno laboral o el modo en el que se hacen las cosas habitualmente a fin de permitirte solicitar ese empleo, realizar las funciones laborales básicas o disfrutar de igual acceso a los beneficios disponibles a otros individuos en el lugar de trabajo. Algunas de las adaptaciones más comunes son:
• Tiempo libre para realizar el tratamiento de la discapacidad (por ejemplo, turnos con el médico)
• Cambios físicos como una rampa de acceso al edificio o un monitor especial
• Descansos programados conforme a los horarios en los que necesitas tomar los medicamentos
Un ejemplo de una adaptación razonable es cambiar la iluminación alrededor de tu lugar de trabajo si la luz actual puede causar crisis. O, también, darte tiempo libre para probar un nuevo medicamento si tu médico lo avala por escrito.
Si crees que podrías necesitar una adaptación al solicitar un empleo o realizar un trabajo, informa a tu empleador que necesitarás ese cambio o adaptación debido a tu condición. No necesitas completar ningún formulario especial ni utilizar lenguaje técnico. Una vez que hayas hecho el pedido, tu empleador debe discutir contigo las opciones disponibles. Sin embargo, debes tener en cuenta que es posible que la gente no esté de acuerdo en qué es razonable; por lo tanto, podría haber muchas idas y vueltas, incluso con los empleadores más justos. Con la adaptación, debes poder desempeñar las funciones laborales básicas. Si no puedes hacerlo, incluso una vez realizada la adaptación, tu empleador puede despedirte con justa causa.
Algunos empleadores pueden tratar de buscar un puesto similar para ti. Por ejemplo, si conducir es una parte importante de tu trabajo y ya no puedes hacerlo incluso con las adaptaciones razonables, el empleador puede ofrecerte un puesto similar en el que no tengas que conducir. Pero esto no es imperativo, en especial si el empleador puede probar que ofrecerte un puesto similar crea muchas dificultades.
Si sientes que te están discriminando por tu epilepsia, existe ayuda. Primero, debes conversar sobre tus preocupaciones con gente en quien confíes, como tu familia, tus amigos cercanos, o los miembros de un grupo de tratamiento. Ellos pueden ayudarte a decidir si realmente se trata de discriminación o si estás malinterpretando una acción o un comportamiento. Si sigues sintiendo que la posibilidad de una discriminación es real, ponte en contacto con la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC, por sus siglas en inglés). Ellos te ayudarán a decidir si debes presentar una denuncia por discriminación. Hay plazos estrictos para presentar denuncias por discriminación laboral; por lo tanto, asegúrate de hacerlo lo antes posible si crees que existe discriminación. Para más información, visita:
• Comisión para la Igualdad de Oportunidades; discriminación por discapacidad
http://www.eeoc.gov/laws/types/disability.cfm
Otros sitios web útiles:
• Ley sobre Estadounidenses con Discapacidad: Guía de leyes de los derechos de los discapacitados
http://www.ada.gov/cguide.htm
Ficha técnica: Preguntas y respuestas sobre la epilepsia en el lugar de trabajo
http://www.eeoc.gov/facts/epilepsy.html
• Fondo Jeanne A. Carpenter para la Defensa Legal de la Epilepsia
http://www.epilepsyfoundation.org/epilepsylegal